viernes, 29 de enero de 2010

Verdes

Mientras esperaba a que se encendiera el semáforo miré a mi alrededor. Los peatones cruzaban sin detenerse ni un solo segundo, como hormigas que se afanan antes de la llegada del invierno.
Busqué un cabo al que aferrarme en aquel mar de indiferencia y ansiedad, de normas rígidas en el que solo podías cumplir con lo que se espera de ti, hasta encontrar unos ojos verdes que parecían tan perdidos como los míos.
Mantuve la mirada y sus ojos esmeralda se iluminaron con una chispa de comprensión y reconocimiento. Durante un breve instante, la conexión fue tan fuerte que me hizo olvidarme de todo lo demás. Me hizo libre. Me llevó a volar por una infinitud de sentimientos.
Solo durante un segundo... pude decir que era yo misma... sin cadenas... sin prisión...
El semáforo volvió a cambiar de color y las bocinas clamaron impacientes. Volví la cara para seguir mi camino, pero no sin antes ver una sonrisa.
Eran verdes... el color de la esperanza.

Rosa Negra

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